Se adquirieron seis camas de Trabajo de Parto, Parto y Recuperación

Salud.
La inversión alcanzó los 800 mil pesos. El objetivo es crear salas de parto respetado, en las que se garanticen los derechos y se brinde una atención humanizada.

En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer −instituido el 25 de noviembre−, el ministerio de Salud puso el foco en la eliminación de la violencia obstétrica y recordó los derechos de la mujer en el parto, un momento que debe ser tratado como un proceso natural, con la madre en el centro de la toma de decisiones y en el cual las intervenciones deben realizarse ante complicaciones.
La adquisición de las camas de Trabajo de Parto, Parto y Recuperación (TPR) son un hecho que fortalece las acciones vinculadas al parto respetado y las maternidades centradas en la familia. Tal como indicaron desde el departamento de Maternidad e Infancia de la cartera sanitaria, es la primera vez que se hace este tipo de adquisición.
Las camas TPR se adquirieron con fondos provinciales, por un monto de 800 mil pesos, para ser instaladas en los hospitales Heller, Castro Rendón, Cutral Co-Plaza Huincul, Zapala, Chos Malal y San Martín de los Andes.

Las habitaciones de TPR son habitaciones pensadas desde la estrategia de parto respetado y humanizado. El Eje 2 Maternidad e Infancia, del Plan Provincial de Salud 2019-2023, que se desprende del Plan Quinquenal 2019-2023, promueve las maternidades seguras y centradas en la familia, en las que se brinde una atención humanizada, personalizada, inclusiva y respetuosa.
Además, la estrategia Primeros 1000 Días–Tu Salud, nuestro futuro fortalece el acompañamiento integral del embarazo y el parto respetado, y promueve un cambio en la cultura organizacional de los establecimientos de salud desde una mirada que focaliza en la mujer, la familia y el recién nacido.
Una sala o habitación especial
Un espacio de Trabajo de Parto, Parto y Recuperación (TPR) es una habitación, con condiciones de asepsia y antisepsia para el procedimiento, que debe estar equipada con ayudas diagnósticas para el monitoreo materno y fetal. Las camas TPR se transforman en mesa de parto y al terminar el procedimiento, regresan a su posición original para permitir la recuperación de la mujer. De esta manera no es necesario trasladar a la mujer a otra sala.
Durante el trabajo de parto, la mujer puede contar con la presencia de un acompañante en la habitación; se implementan estrategias para que no haya dolor (anestesia gradual y a elección); la mujer elige la forma de parto y las posiciones que adoptará durante el mismo; las madres tienen el derecho de que su bebé esté a su lado después del nacimiento –por lo que los centros de salud deben contar con las condiciones necesarias para que el bebé esté siempre con la madre–; además, también se deben respetar los derechos del recién nacido, entre los que está contar con la protección de la madre y empezar a crear el vínculo con ella.
En todo el proceso de trabajo de parto, parto y recuperación, se busca la comodidad de la mujer, se respeta su intimidad, se consideran sus creencias y el propio ritmo, para no acelerar el proceso y disponer de las mejores condiciones para recibir al recién nacido.
Son numerosas las leyes nacionales y provinciales que protegen y garantizan los derechos de las personas durante el embarazo, el parto y el posparto: entre ellas la Ley Nacional N° 25929 de Parto Humanizado y la Ley Nacional N° 26529 de Derechos del Paciente; y Ley Provincial N° 2422 de Reconocimiento del derecho de la mujer a estar acompañada durante el parto, la Ley Provincial N° 2611 de Derechos y Obligaciones del Paciente, y la Ley Provincial N° 2786 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.