Sociedad.
Aluminé propone una forma de trabajar de forma virtual en el Museo municipal, repensando su rol y ajustándose a la realidad.
Históricamente la humanidad ha sufrido crisis que han marcado un punto de inflexión en la historia.
En el contexto de la pandemia actual hemos sido interpelados profundamente por los pilares que parecían edificar la realidad. Al parecer el mundo hoy está quieto, al parecer debemos detenernos ya que el único que se mueve amenazante es el virus. ¿O no?
Luis “Titi” Ricciuto, Director del Museo Municipal y Centro de Interpretación “El Charrúa” de la localidad de Aluminé, ha puesto en palabras la experiencia de las primeras semanas de trabajo virtual en este contexto de aislamiento social. Por un lado desde la continuidad y adaptación de las tareas actuales y por el otro ya planificando la vuelta al movimiento social.
Cabe preguntarse ¿Qué función van a cumplir los Museos luego de la crisis social y económica vivida durante esta pandemia? Considerando que muchos de nuestros espacios conservan, protegen y difunden el Patrimonio Cultural de las sociedades que habitamos, Ricciuto afirma “podemos ser parte del problema o parte de la solución, según cómo reflexionemos y actuemos”.
El Museo no sólo es un lugar en que el que observamos objetos, sino un espacio de análisis y de construcción en tiempo presente y por ello puede aportar mucho a la reconstrucción social y comunitaria, “qué mejor que los Museos para reencontrarnos con nuestra identidad, entendiendo que tenemos un pasado y un presente que puede enseñarnos mucho, que los ancestros de todos los tiempos no dejaron sus huesos en vano, nuestro presente está lleno de sabiduría que será muy necesaria recuperar.” expresa Ricciuto.
Desde el Museo Municipal y Centro de Interpretación El Charrúa se ha diseñado un tutorial en el que se proponen algunas estrategias para trabajar desde nuestras casas, comenzando por ejemplo con: bañarse y prepararse como quien va a trabajar, elegir un espacio de la casa donde poder concentrarse en el horario fijado, y establecer un orden de trabajo de lunes a viernes.
La rutina comienza por la mañana con el primer saludo de las 9:00 AM, “ese momento en que nos reencontramos en el grupo de WhatsApp con cada integrante del equipo mediante un buen día, una manito saludando, y posteriormente una imagen tomada con el celular que deja ver que ya estamos en la misma sintonía para empezar. Luego comenzamos a trabajar la consigna para ese día”.
En el escrito publicado en la página institucional de Facebook del museo, el director expresa:
¿Cuántas veces escuchamos en estos días: “cuando esto termine tal cosa”, “cuando esto pase tal otra”? No todas las personas tenemos la posibilidad de estar pasando una cuarentena en condiciones saludables, no obstante, esta es una propuesta para quienes podemos desde nuestros hogares cumplir una función social, empezando por nuestros entornos o equipos de trabajo.
La vacuna contra el coronavirus es la solidaridad, y esto no es un slogan de campaña, son situaciones reales que están sucediendo en este preciso momento, las palabras solidaridad, equipo, compañerismo toman más fuerza que nunca, y ya no son tiempos de tibiezas, ¿de qué lado nos vamos a parar para continuar esta historia?
A los que nos toca estar en nuestros hogares, debemos poder dedicarle un buen tiempo a ejercitar la solidaridad, aquí y ahora, comenzando por lo más simple, recuperando prácticas que se suponían perdidas. No es posible construir comunidad, y menos aún en instituciones tan sensibles como los Museos, si no somos capaces de trabajar en equipo.
Para ello, necesitamos pensarnos hoy, desde nuestros hogares, restablecer los vínculos con nuestros equipos de trabajo, y este es el momento para trabajar como será nuestra vuelta a los edificios, que no están solos, sino que están llenos de historias ansiosas por salir a ser escuchadas.
Porque nos necesitamos, y como no podemos encontrarnos físicamente, tenemos que hacerlo por medio de las redes, y podemos quizás sin quererlo, perder prácticas esenciales en la vida de las personas como los saludos de encuentro, las miradas y las despedidas.
No esperemos a hacer todo para cuando esto termine… el tiempo es hoy.
