Proponen que se implemente la Huella hídrica para medir el uso del agua en la producción de bienes y servicios
Política.
El bloque Siempre presentó un proyecto para que la provincia implemente el indicador del uso del agua dulce denominado Huella hídrica con el fin de fomentar el uso responsable del recurso. A tal fin, se crea un programa específico orientado a determinar la cantidad de agua utilizada en la producción de bienes y servicios, que permitirá adoptar las fórmulas internacionales para el cálculo del indicador en cuestión con el objetivo de cuantificar y optimizar el uso del agua en dichos procesos de producción.
La iniciativa apunta a cuantificar el impacto que genera sobre el recurso hídrico la producción de bienes o las prestaciones de servicios durante todo el proceso o etapas de elaboración. La huella hídrica se mide en unidades de volumen (litros o metros cúbicos) por unidad de producto fabricado o servicio consumido, y consta de tres sumandos que se han denominado según los colores asignados usualmente al agua. Se trata de la huella hídrica verde que contiene la fracción de huella procedente directamente del agua de lluvia o nieve; la huella azul que se refiere al agua que proviene o se capta de fuentes naturales o artificiales mediante infraestructuras o instalaciones operadas por el ser humano y, por último, la huella gris asociada al volumen de agua contaminada en los procesos y que es necesario diluir para cumplir con los parámetros exigidos por la normativa sectorial del cauce u organismo receptor de los vertidos finales de proceso.
Además de la procedencia del agua, la huella hídrica se diferenciará según el uso del recurso para la fabricación de bienes o servicios. Así, se identificará la Huella hídrica Directa que constituye el uso de agua por parte del productor para la producción, fabricación o las actividades de mantenimiento; la Huella hídrica indirecta que es el uso del agua en la cadena de distribución del productor y, finalmente, la virtual que es el agua que contienen los productos.
Las empresas podrán incorporar en sus productos la etiqueta de la Huella hídrica, lo que permitirá identificar la cantidad de agua utilizada para la producción de los bienes o servicios que ofrecen. La huella hídrica de los productos se podrá incluir en los códigos de barra, mientras que la de los servicios podrá figurar en sus correspondientes facturaciones.
Los fundamentos recuerdan que el agua es un recurso vital para la supervivencia y aseguran que, debido al aumento de la población y al surgimiento de nuevas costumbres, el agua dulce accesible y económicamente potabilizable, comenzó a escasear, lo que puede generar graves inconvenientes para toda la humanidad. Añaden que el principal problema no sólo radica en la contaminación de los cursos de agua dulce sino también en la mala gestión que recae sobre ellos. A modo de ejemplo, mencionan que la fabricación de una camiseta de algodón de 500 gramos requiere de cuatro mil litros de agua, desde la obtención de la materia prima a la industrialización. “El ejemplo, entre muchos posibles, pasaría desapercibido si no fuera por este dato: sólo el 0,5% del agua del planeta es dulce”, sostienen la diputada y el diputado. Añaden que, Argentina es uno de los principales países que exporta grandes cantidades de agua virtual en sus productos: en granos vende casi 46.000 millones de metros cúbicos de agua e importa 3.100 millones.
Frente a este escenario, el indicador propuesto constituye una eficaz herramienta para cuantificar los flujos de agua virtual, de las importaciones y de las exportaciones, y su estudio a niveles geográficos inferiores y específicos permite conocer exactamente cuánta agua se requiere y en qué condiciones se utiliza.
El proyecto de ley (14051) ingresó por Mesa de Entradas el 8 de febrero firmado por Laura Bonotti y Andrés Peressini del bloque Siempre.