La Sociedad Rural de Neuquén advierte que la ganadería neuquina se ve seriamente afectada por el cepo a la exportación

Producción.
Junín de los Andes.- Luego del arbitrario cierre de exportación de carne, y posterior cepo, la actividad ganadera de todo el país acusó las nefastas consecuencias que el sector agropecuario anticipó.
Desde la góndola hacia atrás, la cadena de la carne, producto insignia de nuestro país, muestra en cada eslabón consecuencias perjudiciales, más que efectos deseados.
Neuquén no escapa de esta medida, y así como todas las provincias del país, exportadoras directas o no, hoy acumulan hacienda que no tiene mercado interno, y que debería estar en el ciclo exportador.
La medida no puede caer en peor momento, el otoño, donde los productores de todas las escalas, y de cada rincón, buscan descartar las categorías que ya cumplieron su ciclo, como lo es la vaca vieja.
Esta vaca, sin destino en el consumo interno, es la que ingresa mediante su exportación, dólares que nuestro país necesita para fortalecer su economía.
Por el contrario, forzando su colocación en el mercado interno, cuesta más caro moverla de los campos, que faenarla y hacerla carne picada.
¿Quién no puede entender esta situación?
El Gobierno Provincial, mediante el Plan Ganadero Bovino, tiene como eje las buenas prácticas ganaderas, el refugo de las categorías improductivas y conservación de los recursos naturales. Largas horas de reuniones entre Ministerio y Productores se han invertido en discutir y diagnosticar esto, pero es momento que se visualicen las consecuencias que calladamente se aceptan, y dan por tierra cualquier horizonte productivo de Neuquén.
Por las circunstancias conocidas de nuestra región patagónica, los índices productivos de nuestra querida Provincia son bajos, muy bajos, incluso bastante más bajos que la media Nacional. Sin miras de mejora climática, enfrentando un año seco, los productores de todas las escalas ven imposibilitada la salida de esas vacas que hoy, sin salida comercial, se morirán en el campo.
La actividad agropecuaria es arraigo, es soberanía, es generadora de fuentes de trabajo. Defendamos las libertades constitucionales y el libre comercio, pilares fundamentales en el desarrollo de una Nación.