Messi y Kempes, unidos por coincidencias y una línea de tiempo

Los dos jugadores lograron títulos del mundo para Argentina convirtiendo dos goles en la final. Además, tienen muchos otros puntos en común pese a la distancia etaria que los separa y sus orígenes futbolísticos.

Lionel Messi y Mario Alberto Kempes, el primero y el último, los dos que lograron títulos del mundo para Argentina convirtiendo dos goles en la final, tienen muchos puntos en común pese a la distancia etaria que los separa y sus orígenes futbolísticos.

El “Matador” Kempes, cordobés de origen, tuvo su primer fulgor futbolístico en el fútbol argentino en Rosario Central, a donde llegó desde Instituto.

Messi, en cambio, surgió de la vereda de enfrente, de Newell’s, desde donde se marchó a los 13 años para probar suerte en el Barcelona español.

También en España tuvo su mejor momento Kempes, aunque en este caso en Valencia, donde como “Lío” también supo llevarse el “Pichichi” (trofeo al máximo goleador de la temporada en este país).

Messi ganó Champions League, siete Balones de Oro, la Copa América, y desde hoy es también campeón mundial como Kempes.

El cordobés de Bel Ville, de 68 años, fue el goleador del Mundial de Argentina 1978 con seis tantos.

Messi, de 35 años, no pudo ser el máximo anotador en Qatar 2022 pese a haber conseguido 7 tantos, superado apenas por uno por su compañero de equipo en el París Saint Germain francés, Kylian Mbappé.

Pero tanto Kempes como Messi convirtieron dos goles cada uno en la final de sus respectivos mundiales. El cordobés en el 3-1 sobre Holanda y Messi en el 3-3 (4-2 en desempate por penales) de hoy sobre Francia.

Y los dos son de perfil bajo, para más puntos en común, un punto distintivo de los cancerianos. Sí, porque Kempes y Messi nacieron bajo el mismo signo zodiacal, el “Matador” un 15 de julio de 1954 y “Lío” un 24 de junio de 1987. Y hoy el más grande estuvo observando al más chico desde un palco del estadio Lusail de Doha, donde Argentina se consagró campeón mundial por primera vez fuera de América.

Fuente: Télam