Medio Ambiente: Japón comienza a verter aguas residuales de planta nuclear de Fukushima en el océano, generando controversia internacional

En medio de la controversia y la oposición tanto nacional como internacional, el gobierno de Japón ha iniciado el proceso de vertido de aguas residuales tratadas de la planta nuclear de Fukushima en el océano Pacífico. Esta medida, que busca manejar el millón de toneladas de líquido acumuladas desde el devastador tsunami de 2011, ha desatado preocupaciones sobre su impacto ambiental y económico.
El gobierno japonés asegura que los procesos de filtración de las aguas residuales minimizan el riesgo de contaminación y afirma contar con el respaldo de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), el organismo de control nuclear de la ONU. Sin embargo, esta iniciativa enfrenta resistencia tanto a nivel local como internacional.
A nivel local, las comunidades cercanas a la planta nuclear expresan temores de que la liberación de estas aguas residuales afecte la pesca y otras actividades económicas negativas en la región. La incertidumbre sobre posibles daños ambientales ha generado preocupación y críticas hacia la decisión del gobierno.
A nivel internacional, China, uno de los principales compradores de productos marinos japoneses, ha expresado una fuerte oposición al vertido. El gobierno chino ha acusado a Japón de usar el océano como “alcantarilla privada” y ha cuestionado la imparcialidad de la OIEA en esta cuestión. En respuesta, China ha anunciado la suspensión de todas las importaciones de mariscos desde Japón, citando la protección de la salud de los consumidores como su razón principal.
Esta medida de bloqueo de importaciones representa un golpe significativo para la economía japonesa, ya que China y Hong Kong juntos importan más de US$1.100 millones en productos del mar japonés cada año, lo que constituye una parte considerable de las exportaciones totales del país.
La liberación de las aguas residuales de Fukushima también ha generado tensiones en Corea del Sur, que ha mantenido una prohibición de larga data sobre algunos productos del mar japonés. Aunque el gobierno surcoreano no ha emitido comentarios significativos, las manifestaciones en contra de esta medida se han llevado a cabo tanto en Seúl como en otras ciudades.
Fuente: ifmnoticias