De acuerdo a su plataforma electoral, Milei piensa echar 1,5 millones de trabajadores públicos (la mitad del total)
Si sos empleado público de cualquier jurisdicción – nacional, provincial o municipal – tenés que saber que si gana Milei tenés 50% de posibilidades de perder tu trabajo. Como en la ruleta, negro o rojo, 50%. Mirá al vecino de tu escritorio, uno de los dos se puede ir…
La plataforma electoral de la Libertad Avanza es muy clara al respecto. Dice: “Reducir el empleo estatal en 1.5 millones de personas es posible y deseable”. Son exactamente la mitad de todo el empleo publico del país. Así que en esa cuenta, estás vos o tu compañero de oficina.
Pero bueno, Milei es el “loco de la motosierra” y no el “loco de la guillotina”. Con la motosierra el proceso es más lento…Te voy a contar como va a ser el despido por etapas.
Sintéticamente el proceso sería el siguiente: se crea una “Agencia Nacional de reinserción laboral”. Cada organismo nacional, provincial y municipal declara la nomina de empleados “redundantes” y son transferidos a dicha agencia. A partir de su pase a disponibilidad, el empleado tiene dos posibilidades: a) mantener su sueldo a valor nominal actual (sin indexar) durante tres años. b) conseguir un empleo en el sector privado manteniendo el sueldo indexado mas lo que pacte con el privado.
Es decir opción a) si ganás 300 mil pesos, y no conseguís empleo en el sector privado, ese monto se mantiene igual durante tres años, con la lógica depreciación. La b) el estado le paga a la empresa donde ingresás, tu sueldo indexado durante tres años, más lo que el privado decida pagarte extra.
Veamos algunos textuales (entre comillas) de la plataforma de la Libertad Avanza:
“La actitud populista con el empleo público ha llevado a la acumulación de millones de empleados innecesarios que se han convertido en un lastre costoso e improductivo para la sociedad.”
“Los empleados estatales y de servicios esenciales privatizados, no tendrán derecho a la huelga y la ley preverá la inhabilitación y multa para los dirigentes sindicales estatales que violen las instancias legales con huelgas salvajes.”
“Reducir el empleo estatal en 1.5 millones de personas es posible y deseable, particularmente con los aumentos de eficiencia logrables con la eliminación de funciones innecesarias (burocráticas y políticas), con la eliminación de procesos que implican controles y regulaciones innecesarias sobre el sector privado; y con la aplicación de tecnología informática a servicios que deben continuar.”
“Pero, dado que no se puede dejar en la calle abruptamente a 1.5 millones de empleados públicos innecesarios, la clave pasa por cómo manejar la transición.”
“Debe quedar en claro que la jubilación temprana de empleados públicos redundantes no es un instrumento que sirva, por dos razones: el jubilado no se reinsertaría en una actividad productiva; y el costo para el Estado no cambiaría, sólo se transferiría de la nómina salarial pública a la nómina jubilatoria, impidiendo una reducción de la presión tributaria.”
“Al momento que se dé por finalizado el régimen de Coparticipación Federal, el Estado Nacional también se hará cargo (a través de una agencia especial para la reinserción laboral del empleado público) de la nómina salarial o el subsidio a la reinserción en el sector privado del empleado público redundante.”
“A esa determinada fecha, cada repartición nacional, provincial o municipal deberá identificar el personal que pasa a disposición de la nueva agencia de reinserción, decisión que será tomada en consonancia con su nueva restricción presupuestaria:“ a) Para reparticiones y organismos nacionales, según sea su nuevo presupuesto fijado en el Presupuesto Nacional; b) En el caso de las Provincias, estas fijarán el ajuste de sus reparticiones en función de la terminación del Régimen de Coparticipación Federal; c) En el caso de los Municipios, estos fijarán el ajuste de sus reparticiones en función de la reducción de la asistencia financiera de las Provincias a los Municipios.”
“Esto es, en la fecha de inicio del programa, los empleados dejarán de pertenecer a la repartición nacional, provincial o municipal que los declare en disponibilidad, para pasar a formar parte de un empleo público en proceso de reinserción laboral, a cargo de una agencia nacional especial.”
“La nueva ley de reinserción laboral establecerá que el mero traslado del empleado redundante a la agencia de reinserción no será causal de indemnización por despido, habida cuenta que la agencia de reinserción continuará abonando su remuneración o subsidiando su reinserción por un periodo de 3 años.”
“Durante la transición, el empleado público identificado como redundante deberá optar por:
a) mantener la actual remuneración nominal, declinante en términos reales hasta su extinción total en un plazo máximo de 3 años; y b) continuar recibiendo el beneficio completo (ajustado por inflación) por el mismo número de años (3), pero canalizado a través de una empresa u organización privada que acepte su postulación, la cual le proveerá capacitación laboral y trabajo en blanco por un mínimo de tiempo igual al doble del periodo de transición financiado por el Estado.”
“Las organizaciones o empresas privadas que adhieran a este sistema de capacitación y empleo recibirán la remuneración del Estado (ajustada por inflación) y serán libres de pactar con el empleado un monto adicional; en cualquier caso, retendrán e ingresarán los aportes personales que correspondan a la cuenta de capitalización jubilatoria de los empleados absorbidos.”
“Será responsabilidad del empleado público buscar su mejor alternativa de reinserción laboral, eligiendo la empresa u organización dispuesta a aceptarlo, en cualquier localización en el país. La agencia de reinserción colaborará aportando su CV en una base centralizada y facilitando sus contactos, pero será de su responsabilidad el seguimiento de entrevistas y acuerdo final con su nuevo empleador. En el caso que su reinserción se demore, la agencia comprometerá un subsidio igual a su remuneración nominal original (más la indexación que se devengue a partir del inicio de la reinserción), por el periodo de tiempo remanente hasta que se cumplan los 3 años.”
En resumen, esta es la idea de Milei: que el sector privado absorba 1,5 millones de ex-empleados públicos.
Ahora, considerando que en su plan económico está postulando también la apertura total de la economía, es decir sacar aranceles y otras barreras que frenan la importación de productos, esto va a generar directamente, la quiebra de miles de industrias nacionales que no pueden competir con los costos de China, India u otros países. Por lo tanto difícilmente puedan tomar empleados del Estado, sino mas bien, van a tener que despedir a los que ya tienen.
Bueno, este es el plan de gobierno de Javier Milei, que nos está avisando bien clarito qué es lo que piensa hacer.
Debemos reflexionar lo siguiente: si por un lado si Milei y por otro (con menos énfasis) Bullrich están proponiendo echar un millón y medio de empleados públicos a la calle y suman el 60% de los votos, quiere decir que la sociedad no ve con malos ojos la idea, sino todo lo contrario.
Entonces deberíamos pensar sino estamos haciendo algo mal, y algunas cosas en materia de dimensión y eficiencia del Estado deberíamos modificar. Eso es un arduo debate para adentro, que en algún momento deberemos dar con seriedad.
Pero la urgencia de hoy, es concientizar a todo el sector publico del riesgo que corremos si finalmente Milei es presidente.
Y, ademas de concientizar, colaborar con nuestros candidatos en estos 50 días de campaña. No haciendo paros, no presionando al gobierno por respuestas que hoy no puede dar. Ya nos pasó en 2015, que en plena campaña electoral, algunos gremios del estado, hacían paros aumentando del mal humor social y lógicamente contribuyendo a las posibilidades electorales de Macri en ese momento.
Así que si sos empleado publico y no te gustaría caer en la ruleta del 50% de despidos de Milei, ponete las pilas, y ayudá al triunfo de Massa-Rossi, que nos evite caer al negro abismo del loco de la motosierra.
Fuente: Aldo Duzdevich