Margarita y Victoria, guardianas del Vivero Municipal de San Martín de los Andes
San Martín de los Andes.- Margarita Quintana y Victoria Escobar son trabajadoras de Espacios Verdes que desempeñan sus tareas cotidianas en el Vivero que funciona en el barrio Los Radales. Ambas son responsables de uno de los sitios más bellos y tal vez menos conocidos de la estructura municipal.
A Margarita y Victoria las acompaña un sereno y dos mascotas rescatadas del maltrato. El resto del personal de esta Dirección recorre plazas, espacios públicos y otras áreas para mejorar y mantener la ciudad, en tiempos de verdes y de otros colores intensos.
Margarita trabaja en el Vivero Municipal desde hace 26 años. Comenzó en el viejo predio de Parques y Jardines, que estaba ubicado en el terreno que actualmente ocupa el nuevo hospital Ramón Carrillo. Entre otras cosas, vivió aquellos años de mudanza y lo que vino después para el montaje del espacio actual, habilitado hace ocho años.
Victoria, literalmente se crió en el vivero, acompañando a su mamá, Margarita. “Cuando sea grande quiero trabajar acá”, decía en su infancia. El peso de plantas y macetas al cabo de tantos años de servicio, limitaron las tareas de Margarita y entonces Victoria comenzó a cumplir el sueño. Ambas, madre e hija, dedican largas horas a la tarea cotidiana.
Dentro del predio, sobresale el invernadero, recientemente provisto de un sistema de riego por aspersión, y donde, entre otras cosas, se experimenta desde hace dos años con brotes de rosas en macetas de Telgopor. “Para enero ya estarán enraizadas y pasarán a macetas más grandes”, describe Margarita.
Las rosas reciben un cuidado muy especial. “Identificamos el color de las flores y las marcamos con tapitas de botellas descartables. Tapitas rojas para las flores rojas, tapitas amarillas para las amarillas y tapitas blancas para las que darán flores blancas. Las rosas rosadas llevan tapa azul o verde con un hilito rosado”, describe.
Victoria apunta que también se está experimentando con plantines de arbustos en “cama caliente”, que consiste en “preparar guano de caballo y tierra y eso genera más calor para enraizar”.
“También estamos trabajando mucho con perlitas, que es un material muy liviano. Permite escurrir mejor el agua y mejora el enraizado de las plantas. Son esas bolitas parecidas al Telgopor”, agrega Victoria y señala uno de los rincones donde están los plantines con este material.
La recorrida permite encontrar “muchas cosas nuevas”, como señala Margarita. Se refiere a experimentación con decenas de variedades que van desde frutillas, apio, rúcula, acelga y lechuga, hasta hortensias, ciruelitos de jardín, santolinas, zinnias, gazanias y uñas de gato, “como las que cuelgan de los acantilados de Mar del Plata”, recuerda.
La función de ambas es garantizar el buen crecimiento de las plantas. Luego, son los técnicos forestales quienes determinan qué plantas están en condiciones de ir a cada uno de los espacios verdes de la ciudad. “Algunas plantas necesitan sol durante algunas pocas horas y entonces no pueden estar todo el día en una plaza, necesitan otros espacios”, comentan.
El nuevo sistema de riego por aspersores mejoró notablemente la tarea, ya que permite el riego por sectores. De todas maneras, este método se alterna con el sistema manual, cuentan ambas trabajadoras.
Dentro y fuera del invernadero hay decenas -tal vez cientos- de envases plásticos chiquititos y medianos que cumplen una función específica. “Reciclamos los envases que encontramos tirados y nos vienen bien para usar como macetas, mientras van creciendo los plantines”, comentan.
A un costado del invernadero están los recipientes del compostaje, hecho con tierra, hojas, guano, ceniza y perlitas. Detrás de las lavandas asoman otras decenas de podos prolijamente colocados, esta vez, en tierra. Más allá, dentro de un pozo, lengas donadas recientemente van creciendo y se van afirmando a la tierra antes de pasar a macetas.
Fresnos, ajenjos, helechos, cipreses, ciruelos verdes, notros, chacay y una buena cantidad de maitenes, completan una gama de variedades y de colores que son el orgullo de Margarita, de Victoria y del resto del personal de Espacios Verdes del Municipio.
Informe: Leila Yemina Anaise (Fotos); Tomy Souza (Video); María José Treichel (Producción); Adrián Fernández (Redacción)