El Papa invita a hacer germinar la esperanza pascual en nuestras vidas

En su homilía durante la Vigilia Pascual en la Basílica vaticana, leída por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, el Pontífice invitó a “no perder el valor” volviendo siempre a la noche en la que las tinieblas se transformaron en luz.
“¡Hagamos espacio a la luz del Resucitado! Y nos convertiremos en constructores de esperanza para el mundo”. Esta exhortación fue el núcleo de la homilía escrita por el Papa Francisco para la Vigilia Pascual del Sábado Santo, 19 de abril de 2025. La celebración fue presidida por el Cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, y concelebrada por 34 cardenales, 24 obispos y 260 sacerdotes, en una Basílica de San Pedro colmada de unos cinco mil fieles, incluidos los que siguieron la liturgia desde la plaza. Una noche santa —madre de todas las vigilias— en la que Cristo, Salvador del mundo, venció las tinieblas y resucitó de entre los muertos.
Luz que disipa las tinieblas
El rito del Lucernario dio comienzo en el atrio con la bendición del fuego nuevo. Desde allí partió la procesión hacia el Altar de la Confesión, portando el cirio pascual —en el que estaban grabados la cruz, las letras Alfa y Omega, las cifras del año jubilar 2025 y cinco granos de incienso—, que fue encendiendo las velas que poco a poco iluminaban toda la basílica. En medio del silencio solemne y de la penumbra inicial, cada fiel recibió la luz de su prójimo, en un gesto profundamente simbólico.
Así, la mirada pudo ampliarse en un espacio sagrado que se fue llenando de claridad, mientras se renovaba el misterio de la Resurrección. Luego, la Liturgia de la Palabra guió a los fieles por el recorrido de la historia de la salvación, culminando con el relato del Evangelio según san Lucas, que revive la escena de la piedra removida del sepulcro.
Aunque no presidió la liturgia, el Papa —que continúa su convalecencia en Casa Santa Marta— estuvo espiritualmente presente, como anunció el cardenal Re antes de leer el sermón. Más aún, Francisco se había acercado personalmente a la Basílica hacia las 17:30 para un momento de oración en privado, y aprovechó la ocasión para saludar a algunos peregrinos, como informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede a través de su canal de Telegram.
En la tarde del viernes 18 de abril, unos 20.000 fieles vivieron este momento intenso y espiritual de conmemoración de la Pasión de Cristo, meditando sobre las principales etapas …
Dios actúa en el silencio de la noche
“La oscuridad envuelve la confusión y el temor de los discípulos. Todo sucede en la noche”, escribió el Pontífice, evocando los instantes del amanecer pascual. Ese simbolismo —tan presente en la liturgia— le permitió reflexionar sobre el modo en que Dios actúa: no con estruendo, sino con discreción; no con imposiciones, sino con una luz que avanza lentamente, “paso a paso”.
“La Pascua del Señor no es un evento espectacular con el que Dios se impone y obliga a creer en Él; no es una meta que Jesús alcanza por un camino fácil, esquivando el Calvario.”
Por ello, la fe pascual no se expresa con triunfalismo, sino con humildad, perseverancia y paciencia, capaz de mantenerse firme aun cuando las sombras parezcan persistir.
Francisco advirtió también contra una interpretación ingenua o mágica de la fe: “Este ‘estilo’ de Dios nos libera de una religiosidad abstracta, ilusa al pensar que la resurrección del Señor lo resuelve todo mágicamente”.
Aunque la victoria de Cristo es definitiva, su fuerza transformadora sigue desplegándose poco a poco en la historia, como un brote de luz confiado a cada creyente para hacerlo crecer en lo concreto de la vida.

Vigilia Pascual en la Noche Santa de la Resurrección, 19 de abril de 2025. (Vatican Media)
Testigos de esperanza para un mundo herido
En este contexto, el Papa animó a vivir el Año Jubilar como una oportunidad para despertar y alimentar la esperanza cristiana. “Esta es la llamada que, sobre todo en el año jubilar, debemos sentir con fuerza dentro de nosotros: ¡hagamos germinar la esperanza de la Pascua en nuestra vida y en el mundo!”, manifestó. No se trata de una evasión del sufrimiento o del mal, sino de la certeza de que “un nuevo comienzo puede sorprendernos aunque a veces nos parezca imposible, porque Cristo ha vencido a la muerte”.
Un signo visible de esa vida nueva fue la celebración del bautismo de tres personas —procedentes de Italia y Albania—, quienes recibieron también los sacramentos de la confirmación y la comunión. Su paso al misterio pascual fue acogido con alegría por toda la comunidad, como testimonio de que la Pascua continúa obrando en los corazones. Francisco citó a san Agustín para expresar este renacer en la fe:
“La resurrección de nuestro Señor Jesucristo es nueva vida para los que creen en Jesús”.
La homilía concluyó con una invitación concreta a vivir esa esperanza pascual en lo cotidiano. “Podemos hacerlo con nuestras palabras, con nuestros pequeños gestos cotidianos, con nuestras decisiones inspiradas en el Evangelio”.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede informa de la visita del Pontífice a un centro carcelario en Roma este Jueves Santo.
Llevemos a todos la esperanza de la Pascua
El testimonio cristiano no consiste en conservar la luz para sí, sino en compartirla especialmente con quienes caminan en la oscuridad de la soledad, del dolor o del cansancio:
“Queremos serlo para quienes carecen de fe en el Señor, para quienes se han extraviado, para los que se han rendido o caminan encorvados por el peso de la vida; para quienes están solos o encerrados en su propio dolor; para todos los pobres y oprimidos de la tierra; para las mujeres humilladas y asesinadas; para los niños que nunca nacieron y para aquellos que son maltratados; para las víctimas de la guerra. ¡Llevemos, a todos y a cada uno, la esperanza de la Pascua!”

Vigilia Pascual en la Noche Santa de la Resurrección, 19 de abril de 2025. (Vatican Media)
La Resurrección, insistió Francisco, es el giro definitivo de la historia humana, la promesa firme de que el mal y la muerte no tienen la última palabra. “Hay muchos destellos de esperanza que vierten su luz en nuestro caminar en la vida”, puntualizó, citando al sacerdote holandés Henri Nouwen. Y desde esa certeza serena —renovada en la noche más luminosa del año—, la Iglesia se lanza de nuevo a su misión, llevando la luz del Resucitado al corazón del mundo.

Vigilia Pascual en la Noche Santa de la Resurrección, 19 de abril de 2025. (Vatican Media)
Fuente: Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano