El adiós de Milei a Francisco, la reunión con Meloni en Roma y la respuesta que preparan en el PRO contra las traiciones

El Presidente reveló detalles desconocidos de su relación y la de sus ministros con el Papa. La charla reservada con la premier italiana. Y la estrategia con aval de Macri para frenar las fugas al mundo libertario
Javier Milei se mostró conmovido en privado y en público por Francisco. Lo hizo ante el féretro, dentro de la Basílica de San Pedro, y también durante las exequias que se transmitieron al mundo. El presidente argentino, a quien El Vaticano ubicó en un lugar destacado, reveló detalles desconocidos de su relación con el papa argentino y también la que tuvieron funcionarios de su gobierno.
Había trascendido el pedido de disculpas de Milei por antiguas ofensas, pero no se sabía que el Papa, al perdonarlo, le dijo “no te calentés, son errores de juventud; de jóvenes todos hacemos boludeces”. Tampoco se conocía que la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, enviaba a Roma informes de gestión “cada 15 días o una vez por mes”. Es un dato clave porque es la funcionaria más atacada por Juan Grabois, el dirigente kirchnerista a quien Francisco distinguió con un cargo vaticano.Primera fila. Javier y Karina Milei, junto al presidente italiano Sergio Mattarella y su esposa Laura y el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier (foto AFP)
Las palabras del presidente ratifican que había entre la Casa Rosada y Santa Marta una comunicación reservada, alejada de los micrófonos y las cámaras, que podía coincidir o a veces contradecir la “línea oficial”. El mismo método Jorge Mario Bergoglio lo aplicó para gobernar la Compañía de Jesús, el Arzobispado de Buenos Aires y la Iglesia Católica, primero de Argentina y, después, de todo el mundo.
El presidente pudo palpar en Roma que dejó de ser una personalidad exótica y se convirtió ya en una referencia política de escala global. Recibió de los organizadores del funeral un lugar destacado, en la primera fila, y en la posición más cercana al féretro de Francisco. Después de la misa, compartió con Giorgia Meloni un almuerzo de dos horas. Fue una charla que el presidente y su hermana, la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, compartieron con la primera ministra italiana, anfitriona del medio millón de personas que viajaron a despedir al papa argentino.
Meloni y Milei están a la cabeza de una miríada de dirigentes de todo el mundo que encarnan, con matices, las versiones de una nueva derecha que disputa el centro del ring con el progresismo y la izquierda internacional. Son líderes que tienen que lidiar ahora con las consecuencias de la guerra comercial desatada entre los Estados Unidos de Donald Trump y la China de Xi Jinping. El presidente tiene un alineamiento sin cortapisas con Washington, mientras que la premier reconoce su pertenencia a la Unión Europea, sin hacer antitrumpismo.
Aliados. Meloni invitó a Milei a un almuerzo que se prolongó durante casi dos horas
Fue un largo almuerzo que se concretó por invitación de Meloni y donde se habló principalmente de los desafíos que presenta la geopolítica, según pudo confirmar Infobae.
Milei cumplió con el riguroso protocolo vaticano, participó de la ceremonia a la que había sido invitado y regresó a la Argentina temprano, a la mañana del domingo, donde retomó una agenda que incluyó la condecoración al economista y abogado Jesús Huerta de Soto, promotor del anarcocapitalismo y a quien el presidente reconoce como su mentor.
De Roma a Buenos Aires
El presidente tenía previsto, esta semana, retomar la actividad de campaña porteña con una recorrida con Manuel Adorni, el vocero y secretario de Comunicación que también lo acompañó a Roma. La Libertad Avanza se juega el próximo 18 de mayo mucho más que el primer plebiscito serio de su gestión o un puñado de bancas en la Legislatura. Enfrenta al PRO de Mauricio Macri por la representación del electorado de centro y de derecha en la casa matriz del partido amarillo.En Roma. Milei y Manuel Adorni (foto Reuters)
El resultado de esa disputa entre LLA y PRO se proyectará también a la provincia de Buenos Aires. La pelea porteña establecerá los términos de la negociación final entre Milei y Macri por las listas para el 7 de septiembre -fecha de las elecciones bonaerenses- y sobre todo para el 26 de octubre, cuando se votarán los diputados y senadores nacionales.
Desde Roma, el presidente buscó desescalar las tensiones y desencuentros que se vienen acumulando y que tuvieron la semana pasada una aceleración inesperada. “Hay que tomárselo con tranquilidad y entender que estamos en el medio de la campaña electoral. Después va a bajar toda la espuma, se van a acomodar los tantos y vamos a estar juntos, como corresponde, y listo”, dijo durante una entrevista.
Es una mirada que no coincide con lo que se escucha en el PRO, donde se maceran recelos y desconfianzas. Hay acusaciones de traiciones y el propio Macri disparó una munición que sacudió el tablero: “Los dirigentes que tenían precio ya fueron comprados, los que quedamos tenemos valores”, dijo en Mar del Plata, junto al intendente local, Guillermo Montenegro, y el presidente del partido en PBA, el diputado Cristian Ritondo.
El desacuerdo tiene que ver con el formato que quieren Karina Milei y sus dos espadas políticas, Eduardo “Lule” Menem y el presidente de LLA en provincia de Buenos Aires, Sebastián Pareja: una lista violeta pura integrada con algunos nombres del PRO que se sumen a título personal y no “institucional o partidario” como quiere Macri.
“Quieren repetir lo mismo que hicieron cuando llegaron al Gobierno, que sumaron a Patricia Bullrich, que era presidenta del PRO, a Toto Caputo, Santiago Bausili, Federico Sturzenegger, todos funcionarios con Mauricio Macri. Lo empezaron a hacer con los intendentes. Sabemos que lo que pasó con Diego Valenzuela va a pasar con otros”, dijeron a Infobae fuentes partidarias.
No es casual la mención de Valenzuela, el intendente de Tres de Febrero, que rápidamente rechazó en redes sociales ser uno de “los dirigentes que fueron comprados”. Es que en la Casa Rosada confían en poder convocar a otros jefes comunales que tienen más motivos para alinearse con el rumbo que propone La Libertad Avanza que resistir y poner en riesgo la estabilidad de sus gestiones municipales.Javier Milei con Diego Valenzuela en Mar del Plata
Además de Valenzuela, está el caso de Fernanda Astorino Hurtado, la jefa comunal de Capitán Sarmiento, que también pegó el salto. En ambos casos, en el seno del PRO ya tomaron una decisión, que algunos interpretan como “respuesta política” y otros como una simple consecuencia. Entre los macristas “paladar negro” hay dudas sobre la posición del intendente Montenegro y de Ramón Lanús, de San Isidro, a quien ven con más ganas de irse que de quedarse.
“Las políticas de alianza en la provincia de Buenos Aires las define el partido. En la mayoría de los 135 municipios hay representación del PRO y si hay un intendente que decide irse a La Libertad Avanza, el partido va a tener sus candidatos allí”, explicaron.
De acuerdo a lo que pudo saber Infobae, si no hay un acuerdo entre La Libertad Avanza avalado por la mesa nacional -que lidera Mauricio Macri- en Tres de Febrero, en Capitán Sarmiento y en el resto de los municipios donde se produzcan fugas o deserciones, el PRO presentará sus candidatos.
La respuesta que analizan en el entorno del expresidente es una jugada que puede hacerles perder a los jefes comunales las elecciones municipales y, por lo tanto, comprometer incluso la mayoría en los concejos deliberantes. La hipótesis es que el peronismo, más allá de las peleas de Cristina Kirchner y Axel Kicillof, terminará unificado en una sola lista.
En el PRO piden unidad y recuerdan que, cuando olfatea debilidad o divisiones, el PJ no perdona.
Fuente: Infobae