Día Mundial del Albatros: voluntarios se unen a científicos por la conservación de las “centinelas del océano”

Con sus alas extendidas que pueden superar los tres metros, estas aves practican una técnica denominada “vuelo dinámico”.
En el Día Mundial del Albatros, familia de aves marinas de grandes dimensiones, voluntarios se unen a la comunidad científica para ayudar en la conservación de las “centinelas del océano”.
Estas aves, al emprender su primer vuelo desde el nido, no tocan tierra en cinco años o más. Con sus alas extendidas que pueden superar los tres metros, practican una técnica denominada “vuelo dinámico”, que les permite volar por períodos largos de tiempo con poco esfuerzo a través de las corrientes de aire ascendentes por encima de las olas.
Además, su supervivencia está seriamente amenazada por el ataque de especies exóticas invasoras y la pesca comercial, las cuales causan la muerte de miles de albatros, petreles y pardelas cada año.
El Equipo Costero de Observadores de Fauna y Ambiente Marinos (ECOFAM) se posiciona como un pilar fundamental para proteger estos frágiles ecosistemas.
Asimismo, sus cuerpos sin vida en las costas aportan datos cruciales que permiten a los científicos comprender las amenazas que los acechan y el estado de conservación del Mar Argentino.
En este caso ECOFAM despliega su rol vital donde este programa de ciencia ciudadana moviliza a voluntarios a recorrer las playas de la Costa Atlántica, registrando el hallazgo de aves, tortugas, y mamíferos marinos sin vida, registros que se integran al trabajo de científicos profesionales.
“Hacemos caminatas por la playa y recabamos datos con medidas y fotos de la fauna que llega sin vida a la costa. Hacemos un aporte más a la ciencia, somos como los ojos de los científicos” dicen los voluntarios de los diferentes nodos costeros que recopilan datos de alta calidad sobre la salud ambiental de estos ambientes.
Finalmente, gracias a la labor de los voluntarios, no solo se generan valiosas investigaciones científicas que permiten elaborar estrategias de conservación específicas, sino que también se monitorean especies clave que actúan como indicadores ambientales y se fortalece la conexión directa de la comunidad con la protección de los ecosistemas marinos, desde una perspectiva colaborativa, científica y profundamente local.
Fuente: N/A