La Policía apostó a una mujer para darle batalla a la droga
Es la primera vez que la dirección de Narcóticos de la Policía de Río Negro es dirigida por personal femenino. “Será un gran desafío, pero si confiaron en mí es porque puedo llevar adelante esta tarea”, confesó Adrian Fabi, que está en la institución hace 30 años.
A sus 49 años, es comisario mayor, madre de dos hijos y esposa de quien actualmente es el jefe de la Regional Cuarta.
La nueva directora de Narcóticos estuvo, oficialmente, a cargo de la Regional Quinta en Cipolletti por un año. Pero ya desde 2017 había comenzado a tener a cargo de una de las jurisdicciones más complejas de la provincia.
Asegura que la nueva tarea será difícil pero está convencida que la batalla contra el narcotráfico no está perdida.
“Como lo hice en Cipolletti que me comunicaba con los vecinos, para saber qué pasaba en cada barrio, así pienso seguir trabajando. Es esencial estar comunicada con la gente para saber qué es lo que pasa en la calle”, afirmó.
Además, indicó que cree que hay que trabajar constantemente sobre la comunicación, la capacitación y la actualización.
“El espacio de la conversación es muy importante. Cómo decimos las cosas y sin lugar a dudas que capacitarse y estar actualizado es muy importante para este trabajo. Porque la delincuencia avanza muy rápido y hay que estar ala altura”, señaló.
Los primeros pasos dentro de la fuerza policial los hizo en la comisaría Cuarta y por eso su partida de Cipolletti es especial. “Comencé en la comisaría Cuarta en Cipolletti. Después tuvo otros destinos y después regresé. Un gran reto fue estar a cargo de la Regional Quinta porque a esta ciudad la siento muy herida”, confesó.
La comisario inspectora está convencida que pudo acceder a los más altos cargos dentro de la policía por su educación y dedicación. “Mucho se los debo a mis padres y a mi familia”, subrayó.
A poco de comenzar a trabajar en Narcóticos sostiene que “todo puede lograrse”, siempre y cuando el esfuerzo y la vocación sigan de su lado. “Cada vez que emprendo algo, dejo todo”, concluyó.
A poco de haberse casado tuvo a su primera hija, Verónica, y cinco años después iba a llegar Gabriel, su segundo hijo. Ambos, fieles a la vocación que sienten sus padres por la Policía, siguieron sus pasos.
“Mi hijo está dentro del Coer y mi hija en el sector de retiros de pensiones. Tienen sangre azul, todos la tenemos”, aseguró.
Fabi cuenta que creía que iban a seguir alguna profesión más convencional, que los dos intentaron, pero que luego se volcaron hacia sus raíces: “La fuerza tira”, admite.
Lleva 28 años casada y afirma que ha sido muy difícil porque por momentos la pareja pasó por situaciones muy duras. “A veces discutimos por el trabajo, pero entendimos que tenemos que separar las cosas y así comenzamos a entendernos mucho mejor. Además, siempre nos tuvimos mucha confianza y eso es importantísimo”, resaltó.
Fuente:RioNegro