Una paloma de la paz, un oso, un búho, un perro, un águila. La fauna animal se apoderó de la dinámica del verano esteño. Punta del Este se vio desbordado de una moda que llegó importado desde Europa en formato de accesorios. La tendencia es absoluta y no distingue patrones: jóvenes, adultos, hombres, mujeres, de día o de noche. Es uno de esos caso de que cuando una moda explota, no existen límites y su uso combina ante cada situación.

Es el nuevo objeto de deseo de los famosos, el flamante accesorio “it” que atesoran famosos y celebridades en todo el mundo. Lionel Messi, Neymar, Enrique Iglesias fueron algunos de sus primeros exponentes de una moda que ha llegado a Sudamérica con virulencia. Se las llaman gorras “trucker” porque comenzaron a utilizarlas los camioneros en la década del sesenta. Su principal singularidad es la rejilla en la parte trasera, aunque las versiones actuales tengan como característica primordial el parche frontal con imágenes de animales.

En Punta del Este la adopción fue masiva e inmediata. Guillermina Valdez en la playa, Nicolás Vázquez en un evento nocturno, el periodista Martín Liberman en la presentación de Fuerza Bruta, Gustavo Bermúdez mientras tomaba mate con Adrián Suar, Flor Vigna de la mano de su novio Nicolás Occhiato antes de entrar a cenar. La gorra conoció el boom este verano y fue rápidamente replicada por el público.

La raíz de este suceso hay que buscarla en Goorin Bros., una marca legendaria de sombreros en Estados Unidos. Lanzó hace unos años su línea Animal Farm con clientes de primera línea: futbolistas, actores, modelos, músicos y cualquier tipo de celebridad internacional. “Nuestra auténtica animal trucker no necesita presentación y es totalmente ajustable. Eres lo que llevas”, reza el sitio web de la firma. El creador fue Cassel Goorin, un visionario que vendió su primer sombrero en 1895, en Pittsburgh, Pennsylvania, en una época en la que todo el mundo utilizaba sombrero.

El costo es de 50 y 60 dólares en la página oficial de la marca. En Argentina, el valor de cada gorra puede llegar a superar los tres mil pesos, aunque, claro, ya aparecieron las imitaciones con un precio mucho más económico.

En el verano, cuando es necesario proteger la cabeza de los rayos del sol y no perderse los últimos lineamientos de la moda, la gorra trucker apareció para marcar la tendencia en las playas de Punta del Este. Es un accesorio versátil, con color y textura. Aporta distinción, carácter y ahora cada cliente puede elegir el animal que mejor lo represente: una paloma de la paz, un oso, un búho, un perro, un águila.

Fuente: Infobae