El mural que Lili Montes Le Fort soñó para don Gregorio brilla en la Casa Museo

Neuquén.
La comunidad ya puede disfrutar del bello mural emplazado en Casa Museo Dr. Gregorio Alvarez que funciona en la que fuera su casa de Neuquén capital.
El pasado sábado 23 de febrero fue formalmente inaugurado el mural homenaje a la trayectoria del Dr. Gregorio Alvarez diseñado por la arquitecta Liliana Montes Le Fort y concretado por integrantes del Colegio de Arquitectos y reconocidos artistas de la región.
La creadora del mural trabajó incansablemente por la valoración del patrimonio histórico de la ciudad y la provincia de Neuquén. Especializada en arquitectura hospitalaria, diseñó espacios con su visión humanista en Río Negro, Neuquén, México y Argelia. Como artista plástica, sus pinturas brillaron en galerías de diferentes países del mundo. En sus trabajos artísticos trasuntaba su sensibilidad social. Impresionismo de una paleta colorida y sopesando el lado luminoso de cada situación o persona plasmada en sus telas.
Se trató de una noche muy emotiva, ya que concurrió el marido de Montes Le Fort, Mario Bertoni, familiares y amigos. Fue por supuesto una ocasión para honrar la memoria de una artista cuya última obra fue justamente este mural.
El subsecretario de Cultura provincial, Marcelo Colonna, nombró uno por uno a quienes contribuyeron en construir esta obra. Expresó que “aquí confluyen tres patrimonios culturales distintos: patrimonio cultural edilicio, histórico y artístico. Esta es una casa que tiene realmente mucha historia, y para nosotros es un honor haber llevado adelante esta obra, haber charlado con Liliana. Tal como dijo Mario, su compañero, “fue la última obra a la que ella le puso pila”, al tiempo que remarcó que “cuando las políticas culturales están ancladas a una política de gobierno, quienes llevan adelante todo el protagonismo de la cultura es nuestra ciudadanía”.
Conceptualmente, el mural plasma un recorrido por el imaginario científico, filosófico y literario de don Gregorio, que rescata los símbolos culturales, los relieves naturales y hasta los elementos mágicos que atravesaron su obra.
Las esculturas que lo integran -realizadas por Sock Raffo- son claras y definitivamente necesarias para definir el recorrido del mural: por un extremo ingresa Gregorio niño, y al finalizar el universo planteado muralmente sobre la pared, emerge ya anciano, ya sabio, ya prócer.