La muerte de Franco Macri: el Presidente despidió a su padre en una ceremonia íntima y hermética
Nacionales.
En una jornada envuelta por el hermetismo, el presidente Mauricio Macri despidió en el Jardín de Paz los restos de su padre Franco, que murió anoche a los 88 años.
Tras enterarse de la noticia, el mandatario volvió en un vuelo privado de San Martín de Los Andes, a donde había viajado para pasar el fin de semana largo junto a su esposa, Juliana, y su hija menor, Antonia.
El lugar estuvo acordonado por un fuerte operativo de seguridad que impidió la libre circulación desde las 15.30. Poco después, cinco vehículos de la Policía Bonaerense y de la Infantería bloquearon la visión en la entrada del predio para preservar la privacidad el mandatario. La Policía Federal y la Gendarmería Nacional también formaron parte del operativo.
Macri llegó por vía terrestre al cementerio privado alrededor de las 17 junto a la primera dama y sus hijas Antonia, Gimena y Agustina. Su hijo Francisco fue por su cuenta. La ceremonia de entierro comenzó instantes después.
Ante la posibilidad de que se acercara gente a manifestarle sus condolencias al Presidente, Macri agradeció las muestras de afecto pero pidió que lo dejaran atravesar el momento en soledad junto a su familia.
“Entiendo que en el día de hoy mucha gente quiere acercarse a manifestarme su cariño y apoyo. Pero queremos que sea un día de intimidad familiar. Por eso les pido a todos que nos permitan a mi familia y a mí la soledad que estos momentos requieren”, escribió el mandatario en su cuenta de la red social Twitter.
Al pedido del primer mandatario se sumó el amplio operativo de seguridad, que bloqueó cualquier tipo de acercamiento varios centros de metros a la redonda del Jardín de Paz.
“Gracias de corazón por los mensajes, llamados, tuits y comentarios que recibí desde anoche. No llego a responder todos pero sepan que su afecto y apoyo son la energía que necesito para seguir adelante. Gracias a todos”, agregó.
La ceremonia de entierro se llevó a cabo una vez que el mandatario y su familia se congregaron en el predio, donde asistieron a una misa breve que comenzó pasadas las 17.
Antes de que los restos de Franco fueran trasladados a la parcela, los hijos lo despidieron en soledad.
Minutos después, las 50 personas que asistieron a la ceremonia escucharon las palabras del cura; del empresario Cristiano Rattazzi; del presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Julio César Crivelli. El Presidente habló al final.
“Despedimos a una persona que fue muy generosa con sus amigos y disfruto de la vida hasta el último momento. Gracias Franco”, dijo.
A las 18, Macri abandonó el cementerio junto a la comitiva que lo acompañó y se dirigió a su quinta Los Abrojos, donde permanecería hasta el miércoles, cuando retomará la actividad.
El estricto protocolo de seguridad que se había emplazado en el lugar se desarticuló minutos después.
Se pudo ver entrar al cementerio a su primo, Ángelo Calcaterra . Gianfranco, uno de los hermanos del Presidente, viajó desde Uruguay para asistir a la ceremonia. Además de la madre del Presidente, Alicia Blanco Villegas, también estuvieron Mariano y Florencia Macri.
Según supo LA NACION, el mandatario se mostró dolido y emocionado, aunque se había preparado para el momento.
En línea con el tono íntimo y familiar de la ceremonia, no hubo participación de funcionarios de la administración nacional, salvo el vicejefe de Gabinete, Andrés Ibarra , y su vocero, Iván Pavlovsky.
El Presidente despidió así a quien fuera uno de los empresarios más poderosos del país, con quien mantuvo una relación tensa durante toda su vida, desde que en su juventud trabajó con él en Socma hasta que se dedicó a tiempo completo en la política, tiempos en los que su padre manifestó su rechazo a que Mauricio se postulara a la presidencia e incluso defendió las políticas del kirchnerismo.
Franco Macri falleció el sábado por la noche en su domicilio de Barrio Parque, donde permaneció los últimos meses luego de que empeorara su estado de salud. En una entrevista reciente, el propio Presidente había dicho que su padre estaba “postrado” hacía un año y que tenía momentos de lucidez.