¿Por qué Argentina está prendida fuego?

Nacionales.
¿Por qué Argentina está prendida fuego? Incendios, campos y sustentabilidad

Se habla, y mucho, de conceptos generales: el agronegocio, los mercados inmobiliarios y las quemas intencionadas. Si tratamos de aportar una mirada desde lo productivo, la explicación a los incendios en bosques y pastizales de la Argentina la encontramos en los orígenes de la agricultura y la humanidad. De todas formas, la situación actual requiere acción urgente e inmediata en nuestro presente, e implica modificaciones profundas en el futuro de nuestro modelo agropecuario argentino.
TALA y QUEMA -“SLASH & BURN”: una agricultura del pasado.
La práctica de TALA y QUEMA -“SLASH & BURN”- es la razón fundamental para empezar a entender las causas que inician todo este desastre.
La tala y quema es un sistema de manejo de áreas de cultivo que se practica hace siglos.
¿Cuál es la lógica? Talar los árboles y arbustos, así como cortar toda la vegetación, y dejarlos secar en el terreno, justito antes de la época de lluvias. Ahí nomás, quemar de forma controlada y superficialmente.
Eso genera que la materia orgánica que estaba concentrada en todo eso que eran árboles y vegetación, ahora forma parte de una capa de nutrientes que aumenta la fertilidad química del suelo, así como combate vegetación no deseada y adversidades fitosanitarias: “malezas, plagas y pestes” en el diccionario más común.
Si ese potrero se usa para agricultura, la primaverita de nutrientes dura 3 ó 5 años, y hay que directamente abandonar el lote. Eso hacían en la agricultura migratoria, nómade.
Cuando se usa para ganadería, dependiendo de la región, lo más común es que se repita la quema para evitar los “pastos encañados”: los más duros, los que menos comen los animales de engorde, y el uso se sostenga.
Hay registros del uso del fuego en agricultura en las civilizaciones Mayas, Aztecas; en Egipto, Los Alpes, India…
Aún cuando sale bien y es controlada, invitamos a pensar qué pasa con la dimensión temporal, la intergeneracionalidad; las emisiones de carbono… suena insostenible, no?
Y está de más claro: no es una práctica controlada ni controlable.
Cambiar esto es modificar todo un paradigma de la producción: se precisa persuasión, consenso, ciencia, técnica. Y JUSTICIA.
EL FUEGO CONVIERTE AL MONTE EN CAMPO
Esta es la mirada dominante que nos acompañó como sociedad, como Argentina, a lo largo de la historia. Para generar un campo de cultivo, un área de pastoreo, un espacio manejable por las personas, hay que manipularlo.
La imagen del campo en Argentina es una gran llanura uniforme. Y es aspiracional, instagrameable.
Esto se vive desde la llegada de colonos a nuestra agricultura, que con diferentes métodos, como el de tala y quema, trajeron el acondicionamiento de los lotes o potreros para facilitar sus manejos, para poder ordenar y sistematizar producciones según la receta dominante.
Nuestra batalla desde el origen del proyecto Campos Sustentables: el campo argentino no es uno sólo, la monocultura no puede ser la norma. Estas prácticas y modelo no son sustentables, y deben ser reemplazadas en todo el territorio nacional
El 95% de los fuegos son intencionales: JUSTICIA ahora, en el presente.
Lo URGENTE está siendo atendido. En lo operativo, las y los brigadistas especializados en el combate al fuego están haciendo su trabajo incansablemente. Aviones hidrantes refuerzan sus tareas.Y pobladores, personas de a pie, organizadas que le ponen el cuerpo con lo que tienen.
En lo judicial, toca que la justicia actúe rápido, responda y juzgue con los elementos que existen.
En lo político hay discusiones vigentes:
“Los incendios son intencionados y hay que buscar a los responsables” dice el Ministro de Ambiente, Juan Cabandié, en abierta discusión con el sector productivo privado y con el poder judicial de las zonas afectadas.
Lo Forestal en Argentina: Socializando pérdidas y privatizando beneficios, siempre.
¿Por qué las pérdidas por Incendios Forestales las maneja Ambiente, y las ganancias por Producciones Forestales las maneja Agricultura?
El negocio forestal concentrado es subsidiado ininterrumpidamente con el mismo régimen hace más de 20 años. Con aportes económicos no reintegrables y con exención impositiva.
Ese Desarrollo Forestal promovido por el Estado, que recibe dinero de todos nosotros para sus plantaciones y empresas madereras a través del a Ley Nacional N° 25.080, no toma ninguna responsabilidad cuando se complica la cosa con incendios (y tampoco comparte los beneficios cuando vende al mercado local o exporta, ya que paga pocos impuestos).
Ahí, cuando se complica, es donde aparece la figura del “Ambiente” a “apagar el fuego”, con recursos de ese Ministerio que debieran ser destinados para proyectos de nuestro bien común, de servicios ambientales para todas las personas. Pero no, los recursos van a controlar lo que alguna de las caras del agronegocio genera. Siempre corriendo de atrás.

Hacia dónde vamos: El desmonte como delito penal y el modelo agropecuario del futuro.
#ApaguenElFuego es una consigna de la urgencia. Pero el mediano plazo no puede quedar fuera de análisis ni acción.
Se está discutiendo un proyecto de ley de protección de ecosistemas que puedan ser víctimas de incendios. Este proyecto propone la modificación de la ley de manejo de fuego y prohíbe cambios de usos en suelos afectados por fuegos, por los plazos de 30 o 60 años, según el ecosistema afectado.
El vecino, la excepción… no puede ser lo que trabe las leyes-
Los incendios suceden en muchos casos de forma natural, son parte de la dinámica de los ecosistemas, y son vitales los sistemas de alerta temprana para detectar estos fuegos. En ciertas provincias, estas alertas tempranas fueron desactivadas en los años pasados.
Las sequías, también suceden, y todo el país conocía las condiciones predisponentes de este año con la particular bajante histórica del río Paraná.
La información sobre lo riesgosa de la práctica en estas condiciones, es conocida y está disponible para los productores.
Tipificar al desmonte como un delito penal para proteger bienes comunes y servicios ecosistémicos: con claridad, quién puede estar en contra?
¿Qué prácticas reemplazan al fuego?
Entendemos la preocupación de quienes realmente se pregunten esto desde un punto de vista agronómico y ambiental. Lo que también entendemos es que la especulación y decisión individual/predial no puede nunca traer estas tormentas de fuego que arrasan con montes, estepas, pastizales, pajonales, esteros, bosques, vida de todo tamaño, color y forma, hogares de familias, animales y humadas.
Ciencia, acompañamiento técnico, reducción de riesgos para quienes adopten prácticas de transición agroecológica, promoción de bioinsumos y tecnologías apropiadas, acceso a crédito y mercados.
Hay alternativas, preferimos al Estado previniendo incendios y con más recursos para ciencia y técnica, que destinando 200 millones de pesos diarios al combate de lo absurdo.
*Martina Chacón es Licenciada en Ciencias Ambientales y tiene 25 años.
Nahuel Trípodi es Ingeniero Agrónomo y tiene 31 años.
Ambos realizan junto a Cristian Lenzi el podcast “Campos Sustentables”.

*Por Martina Chacón y Nahuel Trípodi