Ley para prevención y tratamiento de la fibromialgia

Política.
El diputado Carlos Coggiola (PDC) presentó un proyecto para crear un marco legal de prevención, tratamiento y control de la fibromialgia que comprende, entre otros aspectos, la incorporación de la patología dentro de las prestaciones del ISSN y su cobertura integral y obligatoria por parte de obras sociales y prepagas.
La iniciativa crea el “Programa Provincial de Prevención, Tratamiento, Control y Asistencia de la Fibromialgia”, el que tendrá entre sus funciones proveer de medicamentos necesarios para la rehabilitación, desarrollar campañas de difusión sobre los síntomas de la enfermedad y la importancia de un diagnóstico temprano, promover la formación de profesionales en la materia, impulsar la creación de áreas especializadas para el abordaje de la patología y realizar un registro de pacientes con síndrome de fibromialgia. El programa funcionará bajo la órbita del Ministerio de Salud, que será la autoridad de aplicación de la ley.
El articulado establece, además, que las personas que padezcan la enfermedad podrán solicitar el Certificado Único de Discapacidad (CUD) al tiempo que enumera las prerrogativas que tendrán, entre ellas: no ser discriminado por ninguna causa y bajo ninguna circunstancia -en particular por motivos relacionados directa o indirectamente con su patología-; acceder a información sobre el tratamiento terapéutico que recibirán y sus características, así como también a un tratamiento con la alternativa terapéutica menos restrictiva de su autonomía y libertad; acceder a su historia clínica, a los fármacos necesarios y demás terapéuticas recomendadas para su tratamiento. A la vez, se contempla un régimen de licencias médicas especial acorde a las características del curso de la enfermedad y el derecho de mantener su actividad laboral con las adaptaciones necesarias a su capacidad.
Los fundamentos explican que el abordaje de la fibromialgia es complejo en tanto constituye una enfermedad psiconeuro-inmuno-endocrina que forma parte de los denominados Síndromes de Sensibilización Central (SSC), caracterizados por el aumento de llegada del impulso doloroso hacia el cerebro y por su incapacidad para poder inhibirlo. A nivel clínico, se manifiesta por dolor muscular generalizado, rigidez muscular y articular, fatiga física y mental, alteraciones del sueño, problemas cognitivos, trastornos del ánimo, entre otros. Es por eso que evoluciona como lo hace una enfermedad crónica y su pronóstico depende, en gran parte, de un abordaje adecuado ya que la patología puede producir discapacidad e incapacidad laboral transitoria o permanente.
A la vez, retoman los principales aspectos del tratamiento, que es interdisciplinario, e incluye dieta adecuada a cargo de un profesional nutricionista especializado, actividad física regular, psicoterapia a cargo de psicólogo especializado, medicamentos especiales como antidepresivos, anticonvulsivantes, analgésicos específicos, entre otros. En muchas ocasiones, implica tratamientos invasivos como bloqueos miofasciales con ecografía y otras terapias como ozono terapia, cámara hiperbárica, estimulación magnética transcraneal, etc. Cabe mencionar que requiere personal tratante especializado y capacitado, ya que es una enfermedad catalogada dentro de la medicina de complejidad.
En otro tramo, enumera las jurisdicciones que ya cuentan con una ley similar, tales como Santa Fe y Salta, mientras que en el Congreso de la Nación se presentaron dos proyectos con el mismo objetivo de prevenir y garantizar el tratamiento de la enfermedad.
El proyecto de ley (13843) ingresó por Mesa de Entradas el 15 de octubre.