Según la tradición china, la Fiesta de la Primavera da inicio a un nuevo año lunar. Así, este 5 de febrero comienza el Año del Cerdo de Tierra, el número 4.717 según el calendario milenario del país oriental. Alrededor de 100.000 personas se sumaron a los festejos en Buenos Aires, particularmente en el Barrio Chino.
La multitud era inmensa y en la Plaza Parques Nacionales del barrio porteño de Belgrano costaba trabajo circular. Cientos de personas miraban las presentaciones de danza, artes marciales y música tradicional china y otros cientos recorrían los 40 puestos gastronómicos y culturales montados en el perímetro del parque.
Durante todo el fin de semana, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Embajada de China en Argentina y la compañía Phoenix Dorada organizaron un festival para celebrar el Año Nuevo según el calendario lunar chino, además de actividades que se continuarán durante toda la semana en el Barrio Chino.
Además, en los diques de Puerto Madero se organizó por primera vez una regata realizada con barcos tradicionales chinos, una tradición de más de 2.200 años. Todas estas actividades, reflejo de la pujanza y prosperidad de una colectividad que ganó fuerza en Argentina en las últimas décadas.
“Hace 30 años no existía el Barrio Chino y la cultura asiática no era tan bien aceptada todavía, era visto como algo extraño. Sin embargo, ahora, en los últimos 10 años, más para personas de las nuevas generaciones, ya las culturas son menos discriminadas”, dijo a Sputnik Helena Liu, segunda generación de inmigrantes taiwaneses y psicóloga de la iglesia presbiteriana Sin-Heng Nuevo Avivamiento, que tenía un puesto informativo y con actividades en el festival.
Helena cuenta que en la institución ofrecen clases de mandarín para miembros de la colectividad y también a argentinos, tanto adultos como niños y adolescentes, debido al creciente interés de la sociedad local por aprender el idioma.
“En el futuro, nuestras diferencias no van a ser vistas como algo que nos separa sino como algo que puede traer una diversidad y que enriquece. Poder mostrarle a los argentinos acerca de la cultura china y asiática me encanta”, dijo Liu, quien también trabaja como asesora pedagógica para el Ministerio de Educación nacional.
Los festejos del fin de semana culminaron, como es tradición, con un show de fuegos artificiales y las esperadas danzas del dragón y el león, típicas en la cultura china en momentos festivos, para atraer la buena fortuna y expulsar a los malos espíritus, respectivamente, según explicaba antes de la presentación uno de los maestros de una de las escuelas de artes marciales invitadas a participar del evento.
La presencia china en Argentina es de larga data. Sin embargo, la gran oleada de inmigración tuvo su inicio en la década de 1990. La provincia de Fujián, en el sudeste del gigante asiático, es la tierra de origen de más del 80% de los chinos que residen en el país. A pesar de no existir cálculos actualizados y certeros sobre el tamaño de la colectividad, se estima que son alrededor de 200.000 sus integrantes.
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Una porción significativa de la comunidad se dedica al comercio minorista de proximidad: se estima que en toda Argentina, hay unos 12.000 supermercados chinos, casi todos en Buenos Aires y su área metropolitana.
